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O LA INCREÍBLE HISTORIA DE UNA FLOR Y UN OJAL
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Hubo
una vez un ojal
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La
llamada del zorro - Tsukioka
Yoshitoshi
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necesitado
de flor,
que
hambriento de luz posaba
su
mirada en derredor
En
la ciudad caminando,
por
ver si una flor hallaba,
se
topó con la más bella,
la
reina de la alcazaba.
Y
el hambriento ojal guiado
por
la ausencia de caricias,
derrotado
dobló el lomo.
—No
soy digno de delicias.
Mas
la flor (que era una rosa),
con
un gesto de su mano,
dibujó
tantos colores,
que
borró todo lo insano.
Luego,
sucedió el acople.
Y
colorín, colorado.
No
me tiréis de la lengua,
es
un cuento inacabado.
pues me ha gustado
ResponderEliminary lo bueno de los cuentos inacabados que dejan libre la imaginación para acabarlos ... los lectores
pd/no se saca la lengua !
jaja
Perdón, y gracias!!!
ResponderEliminarla dificultad de tirarte de la lengua es que no la dejas quieta....¡me gusta¡
ResponderEliminarBesos fuertes, ♥
tRamos
Jajaja, Tramos, ahora se ha quedado paralizada.
EliminarFeliz día!!!