jueves, 15 de mayo de 2014

MADRID MOSTRADO GRACIAS A SCHRÖDINGER

Vista desde la Casa de Campo

Madrid se explica clara y de forma sencilla gracias al gato de Schrödinger.

Vamos a ello:

En este legendario tema de finales de los setenta, Leño nos presenta, en una primera apertura de la caja, a unas aturdidas ratas tapándose la nariz mientras buscan un punto de fuga en ningún sitio.

En la segunda apertura las ratas han conseguido estabilizarse gracias a un heroico éxodo basado en permanecer inmóviles. Ahora se las ve muy cómodas entre las heces y con las narices congestionadas por tanto polvo.



Muy poco después, Sabina realizó un nuevo experimento por medio de Antonio Flores, que se llevó los honores y las culpas. ¡Ancha era su espalda!

Se conoce que el polvo ha hecho estragos entre las ratas. Estas creen haber recuperado su verdadera naturaleza humana, y reconocen la caja tanto como un lugar inhabitable como paradisíaco. Omitimos la observación de las distintas aperturas. Resumimos el yin y el yang: ¡Esto es una puta mierda, pero como mola!



Pero una vez pasados los efectos de la “Movida”, y la resaca de: “¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque... y al loro!” Llegaron vientos nuevos, tan sensatamente avispados, como superficiales. Buscando la diversión pop a base de respetar los estop. Aparece la moda de los listos y los tontos (como las rosquillas de san Isidro), sustituyendo a la de buenos y malos, a la de subterráneos y pacíficos seres grises (y en esos cambios también tiene mucho que ver Schrödinger). En ésta ocasión los curiosos habitantes de la caja sabiéndose observados se cubren con una hoja de parra. Ridículos pero contentos. ¿El dinero de papá nos llega a fin de mes? ¿Sí? Todo bien entonces.

El caso es que se decide, por hacer del ingenio una gracia, o simplemente por joder, que algunas puertas se conviertan en muros. Y la gente va y se lo cree, y todos nos partimos de risa.



La historia continua, pero lo más deslumbrante es el descubrimiento arqueológico efectuado años después por los abueletes de Cine de Barrio mientras merendaban en el geriátrico rodeados de globos. El temita, aunque último en esta brillante exposición, es cronológicamente el primero, solo que lo había olvidado, y aún hoy permanece medio censurado, ya que el periodo de su construcción coincide sospechosamente con el periodo franquista, y ya se sabe, que no nos podemos fiar de nada pensado en ese tiempo... Lo más curioso es que, el contenido de la caja, un autentico chotis, soso y prepotente, como debe de ser, para representar debidamente el sitio; siendo totalmente real o lo contrario, siguiendo a Schrödingel al pie de la letra; fue elaborado por un mexicano que jamás pisó Madrid.







nada es verdad, aquí nada perdura,
ni el color del cristal con que se mira.”

(Nicanor Parra)


5 comentarios:

  1. Bueno, menos el primer vídeo que yo desconocía la canción, los otros debo decir que sí los conocía, y qué decir, no conozco tu ciudad pero por lo que sé y me han contado de lo preciosa que es, te aseguro que yo a la mínima que tenga oportunidad iré para recorrerla. A ver si tendré que buscar un guía... jajajajajjaja

    Madrid!! Madrid" Madriddddddddd!!! Y sus madrileños eh?? que sois muy buena gente, que yo lo sé.

    Besos

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    1. Como en cualquier otro lugar, hay de todo, hasta algunos seres inclasificables.

      Al ser una ciudad grande para las medidas de España, sí, tiene unos cuantos sitios interesantes.

      Si necesitas un bodyguard que te invite a un "relaxing cup of café con leche in plaza Mayor", avisa. :)

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    2. jajajajajaja

      Vale!! Trato hecho! Lo voy a tener en cuenta, eh?

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  2. Nunca he tenido mucho interés en conocer Madrid, pero ahora tengo menos, gracias a tu filosofía...

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    1. jajajajajaja. Cómo me ha dolido eso!!! Ahora lamento haber aportado una visión tan escondida como personal. Pero terminé la entrada con tu paisano, algo es algo.

      La verdad es que una ciudad de fuertes contrastes. Tampoco creo que sea especial en eso, lo que ocurre es que yo estoy poco viajado.

      A ti te gustaría, creo, por lo menos durante dos o tres días. El "relaxing cup of café con leche in plaza Mayor", y pasear por las mismas calles donde arrastraron la capa y la espada: Lope, Quevedo, Calderón, Cervantes, Goya, Farinelli...

      Sé que te gustaría el Retiro, casi tanto como me gusta a mí. aunque sólo es un parque más.

      Y el Prado, por supuesto...

      Eso sí, aquí no hay playa.

      Abrazo

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